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Como fan enamorado, empedernido y hasta la muerte de Shakira, estoy autorizado para satirizar sus decisiones

Como fan enamorado, empedernido y hasta la muerte de Shakira, estoy autorizado para satirizar sus decisiones.
Por: Golden Fingers
Shakira se partió el pie, esa es la única explicación que encuentro a tener que ver a Shakira sentada, frustrando un leve movimiento de hombros que apenas se percibe entre un ruido de pescado crudo y flores marchitas.
En su nuevo video, para la que considero es la peor canción de su carrera, Shakira comete varios errores (como ese set sacado de la Bella y la Bestia si estos fueran regguetoneros y producidos por Walter Mercado en vez de Walt Disney), pero el más grave fue perderse en su propia magia (siento magia), ahogada en un reguero de adornos que diluyen la importancia de sus piernas en el mundo del pop.
Desde los años 90 con sus pies descalzos, pasando por el recorrido entre desiertos y montañas en Whenever, Wherever, y su más reciente aparición en el Halftime Show del Super Bowl, donde brincó más que la misma Jennifer Lopez, sus piernas siempre han sido pieza fundamental en la composición de su producto.
Uno está acostumbrado a que Shakira no se queda quieta, y que si algo sabe hacer es moverse magistralmente entre el rock, el reggueton, el tango y hasta los boleros. Por eso resulta incómodo verla tan sentada y resignada: encima de una cama, de una silla, hasta de una mesa en pose de sirena y con una peluca negra que tiene en depresión clínica a las emblemáticas trenzas andrajosas de Donde están los ladrones.
No soy de esos que extraña a la Shakira gordita y rockerita, pero sí de los que sufre con sus delirios estéticos, como ese de tirar su bolso Chanel del barrio chino y lanzarse a correr, aunque bueno, ahí por lo menos estaba corriendo. Ahora que lo pienso, la última vez que Shakira estuvo sentada fue en la esquina de siempre, y aún entonces mantenía la plena intuición de ver a ese hombre que iba a llegar a pararla. Aquí no se le ve esa intención, y tristemente, para quienes somos sus “die hard” fans, no nos queda más que tragarnos esa canción y ese video, manteniendo la esperanza de que pronto venga algo más apetitoso que no tengamos que acordarnos de olvidar.